Cuando pensamos en las labores del campo, creemos que están ligadas de manera indivisible al día. Que siempre se realizan a pleno sol, como si fuera la única manera posible de concebirlas. Está claro que en esta lista de tareas también podríamos englobar la vendimia. Una labor que, curiosamente y desde hace algunos años, se realiza cada vez más de noche. Un hecho sorprendente que no responde a modas ni a tendencias. Solo lo hace a que, en muchas ocasiones, es beneficioso para el vino.
La vendimia nocturna comenzó a realizarse en muchos puntos de nuestro país como una actividad más del enoturismo, una manera diferente de viajar. Con la caída del sol, los viñedos se llenaban de ávidos amantes del vino que querían descubrir en primera persona todo lo que necesitas saber sobre la vendimia. Una manera de poner en práctica lo leído o aprendido y, también, de disfrutar de una experiencia diferente.
Sin embargo, la vendimia nocturna no es únicamente una actividad de ocio. Hoy se postula, de hecho, como una auténtica aliada en algunas regiones vitivinícolas de España o, incluso, con algunas variedades de uva. La mejor forma de mimar la recogida de la uva para conseguir vinos de calidad.
LA TEMPERATURA, CLAVE DE LA VENDIMIA NOCTURNA
Habitualmente, la vendimia es una labor del campo que se realiza de día. Sin embargo y desde hace más de 20 años, es cada vez más normal ver un hervidero de vida en pleno viñedo durante las noches. Y la razón es sencilla: el descenso de temperatura. Un aspecto que, lejos de ser secundario, no solo influye en la uva: también lo hace en la calidad final de un determinado caldo.
Empecemos por comprender a fondo por qué los grados de más o de menos han provocado este fenómeno. Hay que tener claro que en algunas zonas de España, como Valdepeñas, la vendimia nocturna es una auténtica necesidad pautada por la climatología. Sin embargo, también podría estar íntimamente relacionada con cómo influye el cambio climático en el vino. Hoy en día, contamos con veranos más intensos en cuanto al calor pero, también, más largos. Tanto que, en muchas ocasiones, lo que tendría que ser el comienzo del otoño parece, más bien, el comienzo de la temporada estival. Un hecho que bien podría estar provocando que cada vez sean más las bodegas que apuestan por la recogida nocturna de la uva.
Pero no es la única razón para la vendimia nocturna. Incluso en los meses de calor, las regiones vitivinícolas de nuestro país están marcadas por el descenso nocturno de temperatura. Un contraste térmico importante incluso en algunas zonas, que es perfecto para la recogida de la uva. Hay que comprender que, durante el día, cada grano gana temperatura al estar expuesta al sol pudiendo alcanzar incluso los 35 grados. Algo que puede provoca el aumento de su actividad enzimática y, como consecuencia, una dilatación de la piel.
Aunque pudiera parecer secundario, no lo es: en este estado, las uvas tienden a abrirse al tocarse. Un proceso que recibe el nombre de mosteo, y que impide que la uva llegue en perfecto estado a la bodega. Un detalle que no es menor: esta oxidación redunda, incluso, en el recorrido aromático final de un caldo.
VENTAJAS E INCONVENIENTES DE LA VENDIMIA NOCTURNA
Lógicamente, una de las principales ventajas de la vendimia nocturna es evitar ese mosteo o fermentación de la uva. Gracias al descenso de temperaturas, la uva no solo pierde el calor acumulado durante el día: también se rehidrata con la noche. Algo que evita ese exceso de oxidación del mosto que comentábamos, y permite ser recogida sin sobresaltos.
En esta misma línea, la vendimia nocturna está especialmente recomendada para las uvas blancas. Unas mucho más sensibles a la exposición solar y, también, con una piel mucho más delicada que otras uvas. Esto no significa que no se emplee, también, para uvas tintas. Sin embargo, sí es cierto que son los distintos tipos de uvas blancas los más susceptibles de este tipo de recolección.
Y dejamos para el final el que podría ser, para muchos amantes de los caldos, el principal inconveniente de la vendimia nocturna. Uno que se centra en que este tipo de recogida suele realizarse de manera mecanizada, ya que que la oscuridad dificulta la recogida manual. Llevar a cabo esta vendimia con máquinas implica que, además de las uvas, puede haber hojas, residuos varios e, incluso, granos rotos. Algo que obliga, forzosamente, a que el transporte de la uva a la bodega se realice en un plazo de tiempo muy corto.