Carlos Serres

Tipos de copas de vino

Como parte inherente al vino y su tradición, mucho de su disfrute pasa por honrar un auténtico protocolo. Uno en el que, para disfrutar de verdad de la riqueza de sus aromas y matices, hay que emplear los utensilios correctos y hacerse valer de un auténtico aliado: la falta de prisa.

Entre esos utensilios, los tipos de copas de vino son definitivas para saborear un determinado vino correctamente.

Y es que, en lo que al vino respecta, no todas las copas son idóneas si bien es cierto que, sea como sea el tipo de copa de vino, es importante que cumplan determinadas pautas: el cristal debe ser transparente y liso (para poder apreciar los matices y brillos de un determinado caldo), el talle debe ser lo suficientemente largo como para evitar que toquemos el cáliz con la mano (y, así, no variar su temperatura) y contar con un filo que pliegue hacia el interior (un matiz casi imperceptible, pero que colaborará en que no escapen los aromas de un vino).

Partiendo de estas necesidades, vamos a conocer hoy los tres tipos de copas de vino más comunes por sus atractivos y beneficios.

COPA BORGOÑA

copa vino tipo borgoña

Uno de los tipos de copas de vino más demandadas, y no le faltan motivos para ello. La copa Borgoña cuenta con un buen volumen, algo que facilita que el vino se airee una vez servido. Además, esta capacidad permite percibir todavía mejor su intensidad aromática.

No es excesivamente cerrada en la embocadura a pesar de su anchura para que se puedan percibir mejor los diferentes matices de un vino. Otro detalle singular es que este tipo de copa suele contar con una pequeña curvatura en el filo: una ayuda ideal para acentuar los matices frutales de un vino.

Por estos motivos, la copa Borgoña es un tipo de copa de vino perfecta para vinos tintos de carácter aterciopelado e imponentes. Esos vinos en los que la intensidad es uno de sus mayores atractivos y que no podemos renunciar a disfrutar en la cata.

COPA BURDEOS

copa vino tipo burdeos

Quizás porque incluso el nombre resulta parecido, las características de la copa Burdeos son similares a la de estilo Borgoña. Una de las características de la copa Borgoña es, además, su altura: ligeramente más elevada que los demás tipos de copas de vino.

Algo más elevada que otros tipos de copas de vino, sí comparte con la que acabamos de comentar en su gran capacidad (ideal para percibir bien aromas y para la correcta aireación del vino). La anchura de la embocadura es otra de sus bondades: suele tener unos 6 centímetros. Unas dimensiones que facilitan no solo el consumo sino, sobre todo, la cata olfativa de los aromas de un determinado vino.

Un tipo de copa de vino ideal para exaltar los sabores frutales de un vino sin que la astringencia de los taninos lo enturbie, por lo que se suele utilizar de manera habitual para vinos blancos.

COPA AFLAUTADA

copa de vino tipo aflautada

Al igual que la copa Borgoña, la copa aflautada también se caracteriza por tener una altura considerable. Sin embargo, y a diferencia de los tipos de copas de vino que hemos visto anteriormente, lo que caracteriza a esta copa es la estrechez de su cáliz que es lo que da nombre a este tipo de copa de vino.

Estrecha y alargada, la copa aflautada es la idónea para cava y Champagne. Su morfología (profundidad y escaso diámetro) evita la pérdida del ácido carbónico característico de este tipo de bebidas.

Algo que facilita que podamos disfrutar durante más tiempo de ellas sin que pierdan su carácter espumoso.

Tres tipos de copas de vino para tres estilos diferentes de caldos. Una guía para entender qué copa es la más adecuada porque, no nos equivoquemos: una copa inadecuada puede incluso cambiar la manera de saborear un vino.

Algo que cualquier amante de los caldos de la tierra querrá evitar.