Carlos Serres

Los Riscos de Bilibio

Historia y naturaleza se dan mano en este rincón de Haro. Un lugar en el que el Ebro se abre en dos y que, más allá de su importancia histórica, supone un espacio natural de abrupta belleza. Así son los Riscos de Bilibio, una de las visitas obligadas en caso de querer conocer Haro y sus inmediaciones a fondo.

Aunque su mayor fama es ser escenario, año tras año, de la archiconocida Batalla del Vino con la que Haro revalida la tradición de su presente, lo cierto es que los Riscos de Bilibio son también uno de los lugares con más historias de Haro. Una zona próxima a la Ciudad del Vino (está a apenas 6 kilómetros) cuya visita merece la pena si queremos empaparnos de la historia del paraje.

Y, lejos de lo que parece a simple vista, cómo llegar a los Riscos de Bilibio es mucho más sencillo (y rápido) de lo que parece. Un recorrido que merece la pena, tanto a pie como en coche, para descubrir uno de los rincones con más encanto de la zona.

SITUACIÓN GEOGRÁFICA DE LOS RISCOS DE BILIBIO

La situación geográfica de los Riscos de Bilibio saben a Ebro por todos los costados. Estos singulares riscos no son más que el comienzo de los Montes Obaneres: un pequeño sistema montañoso de apenas 30 kilómetros que se extiende desde las Hoces el Ebro hasta las llamadas Conchas de Haro. A pesar de lo escapado de los Riscos de Bilibio, estos montes se caracterizan por no alcanzar una gran altura (su media es de 800-900 metros sobre el nivel del mar, con pocos picos de más de 1.000).

Riscos de Bilibio
Atribución: Commons Wikipedia

Por lo singular de su situación, una auténtica atalaya natural sobre la zona, los Riscos de Bilibio tuvieron un peso específico en el pasado romano de la zona. Y es que, allá por el siglo V, uno de los castros de defensa más importantes de Haro se situaba sobre una de sus peñas. Un mirador defensivo del que todavía se conserva (y se puede ver) parte de la muralla que completaba el punto estratégico.

¿CÓMO LLEGAR A LOS RISCOS DE BILIBIO?

Por su interés histórico y por su curioso escarpado natural, los Riscos de Bilibio son un imprescindible en nuestra agenda si estamos haciendo turismo en Haro.

Llegar a los Riscos de Bilibio es tan sencillo como remontar la carretera que da acceso a la zona recreativa de la vertiente sur de las peñas y recorrer los pocos kilómetros que separan el enclave de Haro. Un lugar en el que dejaremos el coche y tendremos la opción de elegir entre dos senderos: uno que da acceso a la ermita, otro que lleva al mirador que permite contemplar el entorno.

Dos oportunidades de disfrutar un espectáculo natural único en el que el Ebro, como no podía ser de otra manera en Haro, también es protagonista absoluto.