A pesar de contar con una estrecha tradición con la humanidad, el vino se mantiene en constante evolución. Y no hablamos únicamente de lo que sucede en el interior de cada botella en el proceso de crianza. Nos referimos, también, a aquello que surge en torno a cada copa. Novedosas iniciativas que no hacen más que ampliar los horizontes del disfrute de esta bebida y del universo que lo rodea.
De entre todas ellas, hay un nuevo formato que nació hace unos pocos años para cambiar el panorama. Hablamos del speed tasting: un encuentro que aúna conocimiento del vino con nuevas tecnologías. O, mejor dicho, con ese increíble canal de difusión que son las redes sociales. Unas capaces de amplificar enormemente un mensaje pero, también, el número de personas que lo reciben. Una razón de peso para que este tipo de encuentros se hayan ido imponiendo como un auténtico imprescindible.
Veamos, pues, en qué consiste un speed tasting. La mejor manera de comprender su importancia.
¿QUÉ CONOCEMOS POR SPEED TASTING O CATA DINÁMICA?
Este singular formato, importado de Canadá y Estados Unidos, está inspirada en las dating parties. Lejos de buscar como estas últimas emparejar solteros, un speed tasting es una cata dinámica exprés. Dicho así, no suena demasiado atractivo. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Un speed tasting no es únicamente eso. Más bien, lo que genera es un escenario entretenido, divertido y sumamente participativo.
Para entender esto un poco mejor, nada como ver más en detalle este formato. La idea es, fundamentalmente, reunir en un mismo espacio a bloggers y usuarios activos en redes sociales con enólogos de las bodegas que convocan el encuentro. La idea es hacer rondas cortas en las que tanto bodegueros como enólogos puedan explicar las virtudes de sus caldos en un plazo tan breve como es máximo 10 minutos.
La intención no es, únicamente, que bodegueros y enólogos den a conocer sus caldos. En realidad, lo que hace de estas catas dinámicas un encuentro divertido es la capacidad de influencers y bloggers de emitir en tiempo real sus impresiones sobre cada vino. Una forma completamente novedosa de compartir la experiencia con sus respectivas comunidades.
¿CUÁL ES EL OBJETIVO?
Un speed tasting persigue diferentes objetivos. Por un lado, convertir el arte de la cata del vino en un evento llamativo y original. Uno que rompa, en gran medida, con esa idea preconcebida de que el vino es un mundo no apto para todos los públicos. Acciones como estas demuestran, precisamente, que es posible desenmarañar la personalidad de un caldo o, incluso, descubrir aspectos tan técnicos como la crianza en botella tan solo tomándose tiempo para experimentar.
Pero no es lo único interesante de este tipo de eventos. Un speed tasting permite, además, intercambiar opiniones en tiempo real con aquellas comunidades interesadas en los caldos. Una manera absolutamente novedosa de interactuar, descubrir dudas o, incluso, de crear la necesidad en potenciales amantes del vino de descubrir nuevos caldos.
Y, por supuesto, otro aspecto que no puede faltar: la diversión. Una forma de crear una atmósfera única para disfrutar del vino de otra manera.