En La Rioja Alta la tradición vinícola viene de lejos, tanto que podemos afirmar que tiene más de un milenio de historia, y con ella, un reconocimiento internacional que se afianza cada año. Por eso, no es de extrañar la cantidad de gente que visita esta región y se enamora de las tierras riojanas. Esto fue lo que ocurrió con aquellos viticultores que llegaron en 1875 y que se quedaron para sacar provecho de su rica tierra mezclada con arcilla y caliza, o los bodegueros y enólogos franceses que hacia finales del siglo XXI tomaron la decisión de instalarse en la zona, impresionados por la calidad de sus cultivos.
Si eres un entusiasta de los vinos, La Rioja Alta es, sin lugar a duda, un destino que merece la pena que conozcas. Por eso, en este artículo, hacemos un recorrido por algunos de los rincones que forman parte de este enclave, donde la uva y los vinos son protagonistas.
Qué es La Rioja Alta
La Rioja se divide en tres zonas que son las siguientes: La Rioja Baja (también conocida como Rioja Oriental), Alavesa y La Rioja Alta. Esta última es la parte más occidental de la región y en ella nos centramos hoy para que puedas organizar tu próxima visita.
A continuación, compartimos contigo una lista de algunos de los destinos de La Rioja Alta donde tienes que hacer parada obligatoria.
Haro
Una de las paradas obligatorias e imprescindibles en La Rioja Alta es Haro, un pueblo rodeado por los ríos Tirón y Ebro. En este lugar predomina la naturaleza que se extiende a lo largo y a lo ancho y su gran riqueza patrimonial.
Durante tu recorrido por las calles del centro, saldrán a tu encuentro dándote la bienvenida los palacios señoriales, como el palacio de Tejada y el de los Condes de Haro.
Te proponemos un reto: mientras recorres Haro de punta a punta, trata de localizar 13 estatuas de bronce. ¿Necesitas una pista? Pues, todas ellas representan los antiguos oficios de la localidad. Y es que Haro es un museo al aire libre con una interesante ruta para los amantes del arte.
San Vicente de la Sonsierra
Te interesará saber que las murallas de San Vicente de la Sonsierra protegen un conjunto arquitectónico que todavía, a día de hoy, desprende la grandeza de lo que fue un emplazamiento estratégico a orillas del río hace muchos años.
Los monumentos históricos, los miradores que te permitirán apreciar los viñedos y la buena gastronomía que disfrutarás en el pueblo, convierten a este destino en uno de los predilectos para turistas y visitantes. No te decepcionará.
Sajazarra
Sajazarra es otro pueblo que está en La Rioja Alta y que te recomendamos visitar. El paisaje de alrededor destaca por sus viñedos en los que trabajan muchos de los habitantes de este lugar, unas 130 en la actualidad. Pero, lo que más llama la atención es el imponente castillo que hará que te traslades de inmediato a la época medieval.
Acércate hasta la Casa de los Ruiz de Loizaga y al Ayuntamiento. En este último, a ver si consigues observar la cabeza de dragón hecha con metal que hay en una de las ventanas, mientras disfrutas de un tentempié acompañado de una copa de vino.
Briones
Briones está situado sobre un pequeño cerro y en él viven algo más de 700 habitantes. Cuando lo visites, tendrás la oportunidad de respirar y pisar una época pasada.
Sus calles empedradas y su arquitectura medieval ofrecen el escenario perfecto para que pases unas horas paseando y visitando monumentos como la Torre de Homenaje, la ermita de San Juan o la Casona de la Plaza, la casa más antigua de La Rioja Alta. Además, su altura ofrece una panorámica de 360 grados sobre los campos riojanos y el río Ebro.
La milla de oro del vino en La Rioja Alta
En La Rioja Alta, como has podido darte cuenta, la cultura vinícola está presente en todos sus rincones. Sin salir de Haro, encontrarás el Barrio de la Estación o Barrio de las Bodegas, una concentración de bodegas centenarias que se conoce como la mayor del país, y puede que hasta del mundo.
Haro se ha convertido, así, en la cuna del vino de La Rioja. No es casualidad que cada 29 de junio se celebre en este lugar la popular Batalla del vino, una gran fiesta multitudinaria donde los participantes arrojan litros y litros de esta bebida.
Pero antes de finalizar tu visita por La Rioja Alta, te presentamos nuestra bodega Carlos Serres, una de las bodegas centenarias de Haro donde llevamos dedicándonos al vino desde 1896, aprovechando las magníficas uvas de la tierra riojana y harense, mediante las técnicas de elaboración vinícola francesas. Nuestros vinos, de estilo bordelés, recuerdan mucho a los terroirs de Burdeos, lugar de donde procedía el propio Carlos, nuestro fundador. Su calidad ha permitido que sean exportados y también conocidos al otro lado del Atlántico.
Y tú, ¿todavía no has visitado La Rioja Alta? Una de las mejores maneras es, sin duda, a través de nuestros vinos. Te invitamos a probarlos y te adelantamos que seguro que repetirás.
¡Salud!