Carlos Serres

La nieve y el vino

La proximidad del invierno es una evidencia. No solo los días han comenzado a recortar sus horas de luz. Además, el frío ha hecho ya acto de presencia acompañado de las primeras nieves. De esa evidencia blanca que nos recuerda que la estación ha venido para quedarse con nosotros algunos meses. Un momento del año en el que los viñedos de La Rioja se cubren de ese manto invernal que tantos anhelan. Ese mismo manto invernal que, para quienes trabajan el campo, puede suponer un auténtico dolor de cabeza.

Sin embargo, este no es el caso del viñedo. Un tendido de plantas que, lejos de las apariencias, encuentra en la nieve una gran compañera durante el invierno. Una con importantes beneficios para su desarrollo, aunque con salvedades. Y es que, a pesar de que la nieve es positiva para los viñedos, también puede tener un impacto negativo en ellos.

Así pues veamos los pros y los contras de la nieve en el viñedo. Unos que no dependen de la mano humana sino, íntegramente, de la meteorología y de la naturaleza.

BENEFICIOS DE LA NIEVE PARA LOS VIÑEDOS

Empecemos por la cara positiva. Por todas esas cosas que la nieve aporta a la viña y, por tanto, al desarrollo del viñedo. Para empezar, porque llega en un momento muy singular de la viña. Nos referimos a ese descanso vegetativo que se produce cuando el frío comienza a aparecer. Es más: la propia nieve propicia ese momento de parada de la planta. Uno absolutamente necesario para reiniciar la vida de la planta, y encontrarse en plenitud cuando llegue la primavera.

Beneficios de la nieve para los viñedos

Además de esto, la nieve tiene un efecto limpiador en la viña. Pero no hablamos únicamente de eliminar las impurezas que pueda tener la planta, que también lo hace. Hablamos, además, de la capacidad de este agua congelada de erradicar algunos de los insectos que puedan perjudicar a las plantas con la llegada del bien tiempo. Y es que no hay nada como el frío para acabar con ciertas plagas del viñedo, y que permanecen latentes en la viña cuando el invierno no hace bajar el mercurio.

Por último, la nieve tiene otro efecto positivo más sobre el viñedo. Es una auténtica dosis de hidratación extra. Una que, sobre todo después de un verano de altas temperaturas, permite primero mojar el suelo y, con la llegada del deshielo, volver a hidratar la planta.

PROBLEMAS ASOCIADOS

Si bien todos estos beneficios de la nieve en el viñedo son fantásticos, también es cierto que puede resultar negativa para él. Un efecto que se da, fundamentalmente, en dos momentos vitales de la viña. Nos referimos a cuando las nevadas se anticipan y suceden justo antes de la vendimia, o cuando llegan seguidamente a la poda de la vid. Dos momentos en los que pueden en primer lugar estropear la cosecha, o en el segundo caso dañar la planta.

Daños de la nieve en el viñedo

Por último, otro de los problemas asociados a la nieve en el viñedo es el exceso de ella. Si hablamos de nevadas copiosas seguidas de bajas temperaturas, las ramas corren el riesgo de quebrarse por el peso de la nieve.

LA BELLEZA DE LOS VIÑEDOS NEVADOS DE LA RIOJA

Pero, más allá de las ventajas e inconvenientes de la nieve en el viñedo, hay algo innegable. Y es que su presencia no hace más que ensalzar la belleza natural del viñedo. Un manto blanco que parece pespuntear cada viña, mostrándola con una majestuosidad singular. Una forma, también, de crear un paisaje invernal que bien podría catalogarse de postal navideña.

En realidad, resulta difícil elegir un único momento del año para descubrir el atractivo de los campos de La Rioja. Si el otoño es un espectáculo de color gracias a los colores del viñedo, el invierno no se queda atrás. Es cierto que supone un paisaje bien distinto, en el que no está presente esa eclosión de colores. Pero también lo es que, para los amantes del frío, el invierno es un momento ideal para visitar nuestra tierra.

Una época en la que ampararse del frío resulta más que reconfortante. Y es que es él, sin duda, el compañero idóneo para disfrutar de las muchas rutas culinarias de La Rioja. Una oportunidad genial para descubrir esa rica gastronomía de Haro que solo se entiende acompañada de los caldos de nuestra tierra.

Un plan ideal para conjugar tierra y sabores. La única manera de, con más o menos grados, disfrutar plenamente de La Rioja.