Se acerca la Semana Santa y, con ella, la oportunidad de tener unos días de vacaciones. Un pequeño y esperado paréntesis en nuestra rutina, que nos permite disfrutar del ocio o de ese hobby que tenemos un poco abandonado en el día a día. Hay muchas maneras de plantearse estos días: quedándose en casa, aprovechando para organizar reuniones con amigos o haciendo una pequeña escapada para cargar pilas.
Si eres de los últimos, de los que no conciben la Semana Santa sin viajar, Haro es un destino fantástico para estos días. Uno que se postula como plan perfecto ya que es posible conjugar diferentes intereses en un mismo lugar.
Y es que Haro, la Ciudad del Vino, es mucho más que eso si bien su pasado y su presente giran en torno a él. Una ciudad que puede ser perfecta para un amante de los caldos pero, también, para quienes quieren hacer un plan de Semana Santa más completo. Uno en el que todos, desde los peques de la casa a los mayores, puedan disfrutar a partes iguales de la experiencia.
Si es tu caso y tienes en mente Haro como destino turístico para estos días, te proponemos cuatro planes perfectos para saborear estas cortas vacaciones. Cuatro formas de vivir la ciudad y de sacarle todo el provecho.
LAS PROCESIONES DE HARO
Al igual que otras muchas ciudades de España, la localidad jarreña también se engalana con la llegada de la Semana Santa. Y es que, lejos de ser una anécdota en el calendario festivo del año, las procesiones de Haro son desde hace años uno de sus principales reclamos turísticos. Una cita que, año tras año, llena la ciudad de visitantes dispuestos a disfrutar de la puesta en escena de uno de los momentos más esperados del municipio.
Más allá de los días señalados, las procesiones de Haro van más allá. Y es que, a las tradicionales de jueves y viernes santo, se les han unido otras que pretenden completar la oferta de una ciudad que vive fervientemente estas fechas. El traslado del Cristo de la Cruz Roja, el sábado anterior a la Semana Santa; o el Encuentro, el miércoles, completan estos días en los que las cofradías de la ciudad son las protagonistas de las calles.
A ellas se ha unido también la banda municipal de música, que formar parte de la programación de la Semana Santa. Una presencia que le suma belleza a la puesta en escena.
EL PATRIMONIO HISTÓRICO Y ARQUITECTÓNICO
Otro de los grandes atractivos de la ciudad. El presente de Haro es un claro homenaje a su historia. Imposible no rendirse a unas calles en las que es fácil imaginar un pasado en el que el vino protagonizaba el día a día de la urbe. Uno en el que la llegada del tren supuso el nacimiento del Barrio de la Estación de Haro que, a pesar de haber cambiado su paisaje, continúa manteniendo su nombre.
La riqueza que marcó la historia del municipio puede constatarse a día de hoy de diferentes maneras. Siguiendo la ruta de los palacios de Haro, que salpican su casco viejo dando cuenta de esos años de pujanza en los que la ciudad sonaba más allá de las fronteras de La Rioja como un referente en la elaboración de vinos. Vagabundeando por unas calles que honran los oficios relacionados con los caldos gracias al museo vitivinícola al aire libre que da vida y realismo a la ciudad. Conociendo las iglesias que esconden un patrimonio artístico digno de admiración.
RUTAS DE SENDERISMO
El entorno de Haro es, también, parte de su atractivo. Y es que más allá de los viñedos que rodean la ciudad, el municipio ofrece un buen número de zonas al aire libre para disfrutar de su paisaje. Más allá de los parques y espacios verdes de Haro, su ubicación ofrece rutas de senderismo para todos los niveles de forma física. Unas que podemos realizar a pie o en bicicleta, y que nos permitirán conocer todavía más de los alrededores de la ciudad.
Además de la ruta de los Riscos de Bilibio, uno de los lugares más señalados del municipio por su peso histórico; la ubicación geográfica de Haro nos permite emprender un buen número de caminos: Briones, el Camino Vasco interior o Santo Domingo de la Calzada son algunos de los destinos que podemos visitar si decidimos aprovechar la Semana Santa para disfrutar del aire libre.
GASTRONOMÍA DE HARO
Dejamos para el final otro de los grandes atractivos de la ciudad: la gastronomía de Haro. Un buen comer que caracteriza esta urbe de La Rioja, y en la que no solo no faltan un buen número de platos con los que degustar la tierra sino también el vino como compañero inseparable.
La cocina jarreña es una cocina que honra al campo en el que se encuentra. Una en la que los productos de sus huertas son protagonistas junto con los obtenidos del cerdo y el cordero, las dos carnes de referencia en la zona. Ya sea de tapeo o sentados en una mesa, es imposible no saborear la ciudad bocado a bocado. Una forma de viajar a través de sus productos, sus recetas, su tradición pero también de su vanguardia.
Y tú ¿con cuál de estos cuatro planes para viajar a Haro en Semana Santa te quedas? No renuncies a ninguno: combínalos todos y sácale todo el partido a tu visita.