La Rioja Alta es una región que lleva en su nombre una promesa de calidad. Ubicada en el norte de España, es conocida por sus vinos excepcionales, y sus bodegas centenarias son una parte fundamental de su rica historia y tradición vitivinícola.
A continuación hacemos un viaje histórico por las bodegas centenarias de La Rioja Alta y os contamos la historia de nuestra Bodega Carlos Serres, fundada en 1896.
La Rioja Alta: un territorio único para las bodegas centenarias
A finales del siglo XIX, Carlos Serres y otros bodegueros franceses llegaron a Haro en busca de una región para producir vinos, debido al daño que la filoxera había causado en los viñedos franceses.
La Rioja Alta fue elegida por estos bodegueros franceses para instalarse, pues su clima es más húmedo y fresco que en otras partes de la Rioja, lo que da lugar a vinos con una acidez equilibrada y una excelente capacidad de envejecimiento.
Como decimos, esta zona fue elegida por muchos bodegueros hace más de 100 años para elaborar los primeros vinos de Rioja. Y es que el terroir en el entorno de Haro fue clave para los bodegueros franceses a la hora de asentarse en la zona, gracias a su similitud con los viñedos de Burdeos. En este sentido, nuestro viñedo de la Finca El Estanque está compuesto por zonas de gravas que se asemejan al terroir de más calidad de la zona de Burdeos. Cabe también destacar la relación existente entre las variedades de uva Burdeos y Maturana tinta, lo que permitió establecer una fuerte vinculación con la zona de procedencia de Carlos Serres.
El papel de las bodegas centenarias
Las bodegas centenarias han jugado un papel fundamental en la definición del paisaje vitivinícola de La Rioja Alta. Han preservado métodos tradicionales de vinificación, mientras han sabido innovar y adaptarse a los nuevos tiempos. Su existencia es un testimonio de la resistencia y la pasión por el vino, valores que se reflejan en cada botella que producen.
Estas bodegas han transmitido sus conocimientos y habilidades de generación en generación, asegurando la continuidad de la tradición vinícola de la región. Al mismo tiempo, han sabido adaptarse a los cambios y desafíos del mercado del vino, combinando tradición e innovación de manera magistral.
Cabe hacer mención especial a Haro, una pequeña ciudad en La Rioja Alta, conocida como la capital del vino de la región. Pero lo que realmente distingue a Haro es su increíble concentración de bodegas centenarias, muchas de las cuales se han establecido hace más de 100 años, como es el caso de Carlos Serres. Estas bodegas, ubicadas en el emblemático Barrio de la Estación, son un testimonio del rico patrimonio vitivinícola de la región y desempeñaron un papel crucial en el desarrollo de la industria del vino en Haro y La Rioja Alta.
Historia de nuestra Bodega Centenaria Carlos Serres
En 1863 se instalan las primeras bodegas en el Barrio de la Estación de Haro (entre las que se encuentra Carlos Serres). Cabe mencionar, que con el paso del tiempo el Barrio de la Estación se ha convertido en la mayor concentración de bodegas centenarias del mundo. Debido al auge de la viticultura en la zona, en 1955 se celebra la que sería la primera Fiesta de la Vendimia de Haro. Pero no será hasta 1896 cuando Carlos Serres (nacido en 1863 en Orleans, Francia), se lanza a abrir su primera bodega bajo el nombre “Viuda de Cirpiano Roig y Charles Serres” con un capital de 67.000 pesetas. Nuestra primera bodega se sitúa en el Barrio de la Estación de Haro y es ahí donde vive sus primeros años.
Más adelante, en 1920, con la idea de mejorar las instalaciones y desarrollar el negocio, la sede de la bodega se trasladó desde el Barrio de la Estación a la Calle Las Cuevas nº 14, en el barrio de las bodegas antiguas de Haro.
Hoy en día, nuestras Bodegas Carlos Serres se ubican en la Avenida de Santo Domingo de la Calzada 40, donde nos dedicamos a la producción de vinos de Rioja como nuestros Carlos Serres Crianza, Reserva y Gran Reserva, espumoso, 1896 Finca El Estanque o Carlomagno, un vino que homenajea el 125 aniversario de la Bodega. Con Carlomagno hemos querido elaborar una edición especial de 1896 botellas, siendo la última añada que se embotelló con la etiqueta emblemática de Carlos Serres de finales de los 70.
Este vino especial, ha permanecido 55 meses de crianza en barricas de roble americano y más de 49 años de estancia en botellero. Como ves, toda la historia de nuestra Bodega en una botella.
Las bodegas centenarias de Haro han desempeñado un papel crucial en el desarrollo y la promoción de la industria del vino en La Rioja Alta. Han ayudado a establecer la reputación de la región como productora de vinos de alta calidad y han contribuido al desarrollo económico y cultural de la zona.
Estas bodegas han sido y siguen siendo guardianas de la tradición vitivinícola de La Rioja Alta, preservando técnicas de vinificación antiguas y transmitiendo su conocimiento y pasión por el vino de generación en generación. Al mismo tiempo, han demostrado una notable capacidad para innovar y adaptarse a los cambios, asegurando así su relevancia y éxito continuados en el mundo del vino contemporáneo.