Las barricas de roble desempeñan un papel fundamental en la elaboración y crianza del vino. Su uso se remonta a la antigüedad, cuando los celtas las utilizaban para almacenar y transportar bienes. Los romanos luego las adoptaron para almacenar y transportar vino, descubriendo que la madera de la barrica de roble mejoraba el sabor del vino.
Y es que el roble proporciona una lenta oxidación del vino, suavizando su sabor y reduciendo su astringencia. Además, imparte aromas y sabores distintivos a los vinos, como notas de vainilla, coco, caramelo o tostados. La forma redondeada de las barricas facilitaba su manejo y almacenamiento en los barcos, y la madera de roble era lo suficientemente resistente para soportar largos viajes por mar.
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La barrica de roble en España
Carlos Serres y los bodegueros franceses que llegaron a Haro a finales del siglo XIX trajeron consigo una forma de elaborar y criar los vinos muy poco desarrollada en Rioja y en la mayoría de los diferentes territorios vitícolas españoles. La elaboración mediante la técnica del despalillado y, sobre todo, la crianza en barrica de roble, donde el vino se afinaba durante un periodo de tiempo.
El vino se beneficiaba de ese paso del tiempo ganando en limpidez y claridad, complejidad de aromas y, sobre todo, recibía una pequeña oxidación a través de los poros de la barrica que lo preparaban para enfrentarse al paso del tiempo y ganar longevidad.
En nuestra Bodega Carlos Serres empleamos barricas de roble nuestros vinos de Rioja, Carlos Serres Crianza, Reserva y Gran Reserva se elaboran en depósitos de hormigón y posterior crianza en barricas de roble francés y americano. En el caso de nuestro Crianza la permanencia en barrica es de 14 meses, el Reserva de 24 meses y el Gran Reserva de 24 meses con posterior afinamiento de 36 meses en botella.

Tipos de barricas de roble
Existen varios tipos de barricas de roble, cada uno de los cuales aporta características únicas al vino. Algunos de los tipos más comunes incluyen:
- Barrica de roble francés: Este es el tipo de roble más valorado para la elaboración de vino. Proporciona una complejidad y profundidad de sabor incomparables, con notas de especias y vainilla.
- Barrica de roble americano: El roble americano es más duro, fuerte y robusto que el francés. Aporta un sabor más dulce al vino, con notas de vainilla, coco y caramelo.
- Barrica de roble español: Este roble es conocido por su resistencia y durabilidad. Aporta notas de frutas maduras y especias al vino.
Además de estos, también existen barricas hechas de roble húngaro, roble ruso, roble esloveno, y de otros materiales como acacia, cerezo y pino, que se suelen utilizar en la elaboración de los vinos propios de estas regiones.

Influencia de la barrica de roble en la crianza y sabor del vino
La crianza del vino en barrica de roble tiene un impacto significativo en su sabor y calidad. El roble permite una lenta oxidación del vino, que suaviza su sabor y reduce su astringencia. Además, el roble imparte sus propios sabores y aromas al vino, que pueden incluir notas de vainilla, coco, caramelo, tostados, entre otros.
La elección del tipo de barrica de roble para la crianza del vino dependerá del estilo de vino que se desee producir, y vendrá determinado por la Bodega y el enólogo. Por ejemplo, el roble francés suele utilizarse para vinos que requieren una crianza más larga y profunda, mientras que el roble americano puede ser más adecuado para vinos que requieren una crianza más corta y suave.
En resumen, la barrica de roble es una herramienta esencial en la elaboración del vino, proporcionando un medio para la crianza que mejora y enriquece el sabor del vino. Ya sea roble francés, americano o español, cada tipo de roble tiene su propia influencia única en la crianza y el sabor del vino.