La Navidad es uno de los momentos del año pensados para el disfrute. No solo destinamos un tiempo importante a hacer que nuestra mesa esté llena de pequeños manjares. Además, también es esa época en la que los pequeños caprichos en forma de regalo saben de otra manera. Un buen motivo para que, si nos surge la duda de qué puedo regalarle a un amante del vino, encontremos una respuesta perfecta: vino. Simplemente. Está claro que hay muchas más opciones, pero también lo está que una botella será, probablemente, el regalo que más agradezca.
A pesar de que todos lo vemos claro, surge otra duda natural: cuáles son los mejores vinos para regalar estas Navidades. Una duda lógica, ya que regalar vino es una auténtica responsabilidad. Siempre podemos echar un ojo a los consejos para regalar vinos en Navidad. Pero, más allá de eso, nada como conocer más de cerca algunos vinos que, sí o sí, pueden ser uno de esos regalos inolvidables que todos queremos hacer en esta época del año.
Así que veamos algunas propuestas. Unas que nos facilitarán esa, en ocasiones, difícil encrucijada de escoger el vino ideal para sorprender a alguien. Un regalo sumamente personal que nunca pasa desapercibido.
Carlos Serres Reserva
Un caldo elegante y con personalidad. Ideal para incluir en nuestra lista de vinos para regalar estas Navidades. Carlos Serres Reserva es el vino perfecto para los amantes del Tempranillo, ya que es el gran protagonista de este caldo en el que el Graciano pone su particular acento. Ambas uvas se recogen manualmente en nuestra Finca El Estanque y que, tras una fermentación durante 13 días a 30 grados, permanece durante 24 meses en barrica de roble francés y americano para acabar de afinar durante 12 más en botella.
Pero conozcamos los detalles de su nota de cata. Hablamos de un vino de color rojo picota con un ribete teja, aromas a fruta negra madura, tofe y balsámicos. Fresco, sedoso, y con un final largo y persistente.
Carlos Serres Gran Reserva
Un vino sumamente elegante indicado para paladares exigentes. Aunque la uva Tempranillo es la protagonista, el redondeo de su sabor y matices se debe a la presencia de dos variedades más: Graciano y Mozuelo. El sabor de Carlos Serres Gran Reserva es el mejor reflejo del sabor de nuestra tierra, ya que todas las uvas con las que se elabora proceden de nuestros propios viñedos. La uva, recogida de manera artesanal desde mediados de octubre, fermenta durante 15 días a 32 grados. Un paso previo a una crianza de 36 meses en barrica de roble francés y americano, y otro tanto de afinamiento en botella.
Una de sus principales características es su coloración roja rubí brillante y su peculiar ribete anaranjado, que da cuenta de su tiempo de crianza. Sus aromas, llenos de complejidad gracias a este tiempo de reposo, son un abanico de fruta madura confitada y delicados toques especiados. Aterciopelado en boca, armonioso y con un final fresco persistente.
Onomástica Tinto Reserva
Uno de los vinos destacados de nuestra línea Onomástica. Además, Carlos Serres Onomástica Tinto Reserva es uno de nuestros caldos más mimados. Al igual que los anteriores, la recolección de las uvas con las que está elaborado se lleva a cabo de manera manual. La diferencia: es todavía más artesanal, ya que se realiza en pequeñas cajas. Una forma de preservar todavía más la integridad de la uva desde nuestro viñedo a la bodega.
Una de las principales peculiaridades de este caldo es que no se realiza una fermentación única. Las tres uvas que conforman el vino cuentan con una vinificación individual, que se ensambla justo antes de su crianza en barrica durante 24 meses. El mismo tiempo que el vino se afina en botella.
Su descripción no deja indiferente a nadie. Hablamos de un vino de color rojo picota con un ribete granate. Sorprende encontrar aromas a fruta negra con notas de vainilla y chocolate negro. Carnoso y expresivo, su final es largo y elegante.