Suponen el sabor de la tierra, la expresión de un terruño. Una forma de expresión de la personalidad de una zona que, de otra manera, no podría disfrutarse. Las uvas no son solo el corazón del vino sino, también, la mejor manera de identificar una zona geográfica. Una auténtica seña de identidad que, más allá de las distintas mezclas, supone incluso un emblema para distintas zonas vitivinícolas del mundo.
De manera inevitable, la tierra en la que crece la uva hace de ella una única con matices y aromas singulares. Algo característico que, además, imprime carácter en el vino. Y es que hay uvas que únicamente crecen con unas peculiaridades únicas en zonas determinadas, aunque no todo es obra de la climatología o la naturaleza. Además de estos factores externos, la mano de viticultores y expertos también ha sido clave para determinar el buen devenir de algunas familias de vides.
Una criba natural en busca de los sabores, aromas y colores más auténticos de un terruño que encuentra en la vid y sus múltiples variedades la mejor carta de presentación posible.
VARIEDADES DE VID
La vid es una de las plantas con más caras y variedades del mundo. Su increíble rudeza y capacidad para adaptarse a suelos rocosos hacen que su presencia pueda señalarse en un mapa de lado a lado del mundo. Una dispersión de variedades de vid que no solo determinan sus características por la planta en sí sino, fundamentalmente, por el lugar del Planeta en el que están plantadas.
Es curioso saber que la vid no es en origen una planta oriunda de nuestras tierras, sino que ha vivido un viaje fascinante alrededor del mundo en una singular diáspora que además la ha llevado a evolucionar. Planta genuina de Georgia y Azerbaiyán, conquistaría primero Asia para luego continuar su expansión de la mano del humano por la cuenca del Mediterráneo. Un viaje a lo largo de la historia que da una idea de cuántas uvas podemos encontrar en el mundo.
Aunque es difícil definir un número exacto de variedades de vid, según la experta británica Janis Robinson hay 10.000 variedades de vid en el mundo. Una identificación sorprendente y que bien podría considerar a la vid como una de las plantas de cultivo y uso humano de mayor familia vegetal. Sin embargo y a pesar de esta cantidad apabullante, las variedades de vid del mundo se reducen de manera significativa si tenemos en cuenta las que se destinan a la elaboración del vino: 1.368.
Y si este impresionante número de variedades de vid a nivel global, no lo hace menos la catalogación de vides propias de nuestro país. Según la misma experta británica, España tiene en su haber 235 variedades de vides; si bien este número se ha puesto en entredicho ya que, gracias a esfuerzos coordinados, en nuestro país se han identificado 300 variedades más de vid.
Un registro vitivinícola que da buena cuenta del empeño de nuestro país en perpetuar en el presente una de sus tradiciones más antiguas; y un número que podría desbancar a los dos países del contexto europeo que, hasta ahora, ostentan la cabecera del ranking en variedades de vides: Italia, con 400 variedades; y Portugal, con 300.
TIPOS DE UVAS PERMITIDAS EN LA D.O.Ca RIOJA
A pesar de la presencia en muchas zonas de nuestro país de uvas internacionales, los distintos Consejos Reguladores de vinos españoles han ejercido ese proteccionismo que marca su actividad restringiendo el uso de variedades de vides para los vinos que cuentan con su etiquetado.
Una manera de abogar por uvas propias de la tierra, que reflejen la auténtica personalidad del terruño sin perder ese carácter genuino que caracteriza un determinado sueño; pero, también, por aquellas que con el paso del tiempo y la tradición se han adaptado como cultivos propios de la zona.
Así, la Denominación de Origen Calificada Rioja estipula cuáles son las uvas autóctonas e importadas que están permitidas en los caldos con esta catalogación.
Uvas tintas
- Tempranillo: la uva por excelencia de La Rioja y protagonista absoluta de un buen número de caldos de la zona. Con un elevado acento tánico y frutal. Su potencia aromática la han convertido en un clásico de los vinos monovarietales.
- Garnacha tinta: una de las uvas más características de nuestra tierra. Altos niveles de azúcares, buen cuerpo y aromas especiados hacen de ella la uva perfecta para vinos elegantes y con cuerpo.
- Graciano: una uva sin apenas presencia en el resto del panorama vitivinícola español, por lo que tanto La Rioja como Navarra son afortunadas por contar con ella. De buena acidez, cuenta con aromas singulares y una complejidad perfecta para vinos minerales.
- Maturana tinta: una uva tan exclusiva como que solo se cultiva en La Rioja. De carácter sensible, es ácida y astringente.
- Mazuelo: otra uva de origen francés. Muy tánica, muy ácida y con un enorme potencial de color.
Uvas blancas
- Viura: el emblema blanco de La Rioja. Compensa su baja potencia aromática con un enorme potencial de sabor afrutado.
- Malvasía de Rioja: otra uva propia de nuestra tierra. Dota a nuestros vinos de estructura y volumen.
- Garnacha blanca: austera, ácida y con capacidad de dotar a los vinos de matices minerales. Cada vez con más presencia en el panorama vitivinícola de La Rioja.
- Tempranillo blanco: otra uva única de La Rioja. Su principal característica es su increíble acidez.
- Maturana blanca: la uva más antigua de nuestra tierra. Frutal y cítrica, con una alta acidez. Otorga a los vinos un color amarillo verdoso.
Uvas no autóctonas permitidas
- Chardonnay: una de las uvas más internacionales que existen. Oriunda de la Borgoña francesa, se caracteriza por ser resistente a la oxidación y presentar una gran acidez.
- Sauvignon Blanc: otra uva eminentemente francesa. Procedente del Loira, cuenta con una alta concentración de fruta. Genial para vinos secos y de acidez alta.
- Verdejo: una de nuestras uvas nacionales con más presencia en el mundo del vino. De matices dulces, se caracteriza por sus aromas herbáceos y su potente sabor frutal.