Más que un lugar de reunión o parte de la cultura popular, las sociedades gastronómicas de La Rioja son una auténtica tradición de un pueblo que honra la costumbre de su buena cocina. Unos clubes culinarios en los que el objetivo es compartir una buena mesa, una mejor comida y una inmejorable compañía.
Como si se tratara de parte del ADN de la región, las sociedades gastronómicas de La Rioja se han perpetuado en el tiempo como asociaciones culturales sin ánimo de lucro basadas en la participación de sus socios y en el buen yantar.
Un auténtico homenaje a las costumbres gastronómicas pero, también, a la reunión como manera de perpetuar la tradición. Amor por la cocina de La Rioja, pasión por el carácter festivo de sus gentes.
HISTORIA DE LAS SOCIEDADES GASTRONÓMICAS DE LA RIOJA
A pesar de estar de plena actualidad, para entender el nacimiento de las sociedades gastronómicas de La Rioja hay que remontarse al siglo XIX. Un momento en el que nacieron como alternativa a las tabernas y, sobre todo, como una manera económica de poder disfrutar de la buena mesa. Un formato gastronómico que se asentó en la cultura de las clases menos adineradas como forma perfecta de disfrutar de la cocina y la buena compañía sin desembolsar una alta cantidad de dinero.
Porque es precisamente la economía de estos encuentros lo que los popularizó. Y es que la clave de las sociedades gastronómicas de La Rioja es la inexistencia de costes, más allá de la compra de mercado que se realiza para preparar la comida del día. Al tratarse de un club de carácter colaborativo, la costumbre dicta que es uno de los socios quien ejerce de cocinero con la ayuda de (normalmente) otros dos. Una manera de concentrar el esfuerzo en lo importante de cada cita: un menú que permita degustar el sabor de la tierra riojana.
Además, otro de los motivos que popularizó en el siglo XIX las sociedades gastronómicas de La Rioja fue la ausencia de horarios. Al ser encuentros de carácter privado, son los socios quienes marcan la pauta en todos los aspectos. Una especie de “territorio con ley propia” que se deja en manos de los socios y que, también, forma parte del disfrute.
SOCIEDADES GASTRONÓMICAS: COMER EN BUENA COMPAÑÍA
Si algo marca las sociedades gastronómicas de La Rioja es que todo forma parte de un auténtico ritual. Así, incluso quién cocina o qué se va a disfrutar se elige dentro de los reglamentos propios de cada una de estas sociedades.
Y si el menú forma parte del respeto de las normas, no lo es menos la elección de los socios. Porque si algo marca estos clubes gastronómicos populares y selectos a la vez es que, de la misma manera que la mesa es importante, también lo es el ambiente en el que se desenvuelve.
Un motivo más que sobrado para que la camaradería y estar a gusto sean un ingrediente tan importante de la cita como puede serlo cualquiera de los que se saborea en los platos.