Carlos Serres

¿Qué vida tienen los vinos?

A pesar de la creencia popular, es importante saber qué vida tienen los vinos. Una forma de evitarnos sorpresas desagradables cuando, al descorchar una botella que hemos reservado durante muchos años, nos encontramos con un caldo que ha perdido su equilibrio y su personalidad originales.

Algo que sucede porque, a pesar del mito común de que un vino cuanto más tiempo esté en bodega mejor sabrá, desoímos algo importante que es la base de esta deliciosa bebida: el vino es un elemento vivo que evoluciona, incluso embotellado. De ahí que sus tiempos de conservación no puedan obviarse sino, más bien, tener muy en cuenta para que esa botella que hemos reservado cumpla nuestras expectativas.

Es importante saber qué vida tienen los vinos para saber cuándo disfrutarlos en la plenitud de sus sabores y acidez (dos factores dispuestos por el propio enólogo desde el mismo momento de la elaboración de un determinado caldo). Y, sabiendo esto, podremos salir de dudas con respecto a otra pregunta habitual de los aficionados al vino: ¿es mejor un vino cuanto más viejo es?.

DURACIÓN DE LOS VINOS TINTOS

En la familia de los vinos tintos, la vida de estos caldos depende no solo de una regla sencilla (que estableceremos a partir de la añada que figura en su etiqueta y veremos a continuación) sino, además, de otro factor a tener en cuenta: su carácter. Los vinos más ácidos cuentan con vidas más largas, mientras que los vinos más ricos en caninos nos darán algo más de margen (ya que su evolución es más lenta).

Vida de los vinos tintos
Así y más allá de este aspecto, los caldos tintos cuentan con un tiempo máximo de vida muy establecido: el doble del tiempo que han pasado reposando en barrica. Una norma que establecería en los dos años desde la añada el tiempo máximo de consumo en el caso de los vinos jóvenes, cinco años en el caso de los Crianza, ocho cuando hablamos de un Reserva e incluso diez en el caso de los Gran Reserva.

DURACIÓN DE LOS VINOS BLANCOS Y ROSADOS

Si los tiempos en los vinos tintos es más amplio, en el caso de los vinos blancos y rosados se acorta sustancialmente.

En el caso de los vinos rosados, es importante saber que no aguantan mucho tiempo embotellados por lo que tendremos que disfrutarlos antes de dos años desde la fecha de añada en etiqueta. Aunque este tiempo es (por así decir) el periodo extremo de consumo, el vino rosado nos dará una pista de cuándo comienza a estropearse: comenzará a perder su color típico para tornarse anaranjado.

Vida de los vinos blancos
En lo que respecta a los vinos blancos, no es tan sencillo saber qué vida tienen los vinos ya que no nos darán una pista visual de su degeneración. Por eso, es importante que contemplemos que el tiempo máximo de consumo del vino blanco joven no debe superar nunca el año, año y medio. En el caso de aquellos que han contado con una crianza más larga en barrica no deberán beberse transcurridos los tres años desde la fecha de su etiquetado.

En cualquier caso y lejos de ser leyes universales o estar sujetos a matemática, lo cierto es que más allá de estos tiempos que acabamos de revisar es importante contemplar otro aspecto más: cuál es la mejor manera de guardar tus botellas de vino.

Una suma de aspectos que no solo nos ayudarán a saber qué vida tienen los vinos sino, sobre todo, a disfrutar de ellos de manera plena.