Los vinos son como las personas; cada uno tiene su carácter y personalidad, y todos ellos evolucionan con el tiempo. En la Denominación de Origen Calificada Rioja (DOCa Rioja), una de las clasificaciones más comunes que se utilizan de los vinos es aquella que se realiza en base a su tiempo de envejecimiento o crianza, dando lugar a las conocidas categorías de Crianza, Reserva y Gran Reserva. Pero, ¿sabes realmente cuáles son las características de cada uno de estos vinos y en qué se diferencian?
En este artículo te hablamos de los vinos Crianza, Reserva y Gran Reserva y te contamos las principales propiedades de cada uno de ellos, para que la próxima vez que selecciones un vino, cuentes con más información útil.
Vinos Crianza, Reserva y Gran Reserva
Vino Crianza
En vinos tintos de Rioja, los Crianza son aquellos que han sido sometidos a un proceso de envejecimiento de al menos 2 años, de los cuales al menos uno de ellos ha tenido que ser en barricas de roble. En cambio, el tiempo de envejecimiento que requieren los vinos blancos y rosados para clasificarse como Crianza es menor: al menos de 6 meses.
Este tiempo en barrica le otorga al vino una complejidad aromática y gustativa adicional, sin perder la frescura y frutalidad del vino joven. Los vinos Crianza son ideales para disfrutar en el corto plazo, aunque también pueden guardarse durante algunos años.
En el caso de nuestro vino Carlos Serres Crianza, se caracteriza por haber permanecido 14 meses en barricas de roble francés y americano y, posteriormente, afinamiento en botella durante 6 meses. En cuanto a su nota de cata, nuestro Crianza presume de mostrar un color intenso rojo picota y brillante, aromas a fruta roja madura y notas de regaliz. En boca, destaca su buena estructura, frescor y gusto frutal con final persistente.
Es un vino perfecto para acompañar cualquier plato de la gastronomía mediterránea, como frituras, arroces, carnes y verduras a la parrilla o quesos.
Vino Reserva
El vino Reserva eleva la apuesta en cuanto a tiempo de envejecimiento. Y es que, para que un vino tinto de Rioja obtenga la clasificación de Reserva, se requiere una crianza mínima de 3 años en barrica de roble y botella. Eso sí, al menos 1 de ellos ha de ser en barrica y 6 meses en botella. En el caso de los vinos blancos y rosados el tiempo requerido de crianza es menor: 2 años, de los cuales al menos 6 meses en barrica.
Este período más largo de envejecimiento resulta en vinos con mayor complejidad y profundidad aromática. Los vinos Reserva son conocidos por su elegancia y equilibrio, y tienen un gran potencial de guarda.
Nuestro Carlos Serres Reserva ha envejecido durante 24 meses en barricas de roble francés y americano. Posteriormente ha sido afinado en botella durante 12 meses. De nuestro Reserva te llamará la atención sus aromas a fruta negra madura, balsámicos y notas minerales. En boca muestra una buena estructura con paso en boca elegante y sedoso. Puedes tomarlo con carnes asadas, charcutería, carne de caza o quesos curados y de sabor intenso.
Vino Gran Reserva
En cuanto a los vinos Gran Reserva de Rioja, los tintos requieren un tiempo total de crianza de 5 años (de los cuales 2 en barrica y al menos 2 en botella). Un tiempo menor de crianza es el que necesitan los blancos y rosados de Rioja para obtener la calificación de Gran Reserva: 4 años (de los que al menos 6 han de ser en barrica).
El vino Gran Reserva representa la máxima expresión de la paciencia en la vinificación. Este largo proceso de envejecimiento resulta en vinos con una gran complejidad y profundidad, tanto en nariz como en boca. Los vinos Gran Reserva son verdaderos tesoros para los amantes del vino, con un potencial de guarda de varias décadas.
Si eres un amante de este tipo de vinos, te invitamos a probar nuestro Carlos Serres Gran Reserva (con un envejecimiento de 24 meses en barricas de roble francés y americano y afinamiento en botella de 36 meses). Nada más ver su color, te sorprenderá su tonalidad rubí brillante. En nariz, percibirás un vino con aromas complejos y presencia de fruta madura y toques especiados. En su paso por boca, encontrarás un sabor armonioso, fresco y persistente. A nivel gastronómico, es el compañero ideal de platos de carnes asadas, estofadas o la parrilla y quesos fuertes.
Diferencias entre Crianza, Reserva y Gran Reserva
Como has podido comprobar, la principal diferencia entre los vinos Crianza, Reserva y Gran Reserva radica en su tiempo de envejecimiento. A medida que aumenta el tiempo de envejecimiento, los vinos adquieren mayor complejidad y profundidad. Sin embargo, también cambia su carácter; mientras que los vinos Crianza mantienen una cierta frescura y frutalidad, los vinos Reserva y Gran Reserva muestran más notas de envejecimiento, como especias, cuero y tabaco, así como una mayor estructura y cuerpo.
En resumen, los vinos Crianza, Reserva y Gran Reserva ofrecen una maravillosa oportunidad de explorar cómo el tiempo puede transformar y mejorar un vino. Cada categoría tiene su propio carácter y encanto, y todas ellas son un testimonio de la riqueza y diversidad de la DOCa Rioja.
¿Cuál es tu preferido?