Ecléctico, andrógino y simplemente único. Resulta complicado definir con una sola palabra personalidades como la de David Bowie. Un hombre que supo inventarse y reinventarse para lograr convertirse en un auténtico icono de la diferencia. Mucho más que un artista, fue capaz de hacer de su música, de su manera de interpretarla e, incluso, de su estilo algo tan inclasificable como lo era él. El hombre camaleónico, el extraterrestre. Un referente en el mundo de la música que ha marcado una época con su singular sello personal.
Más allá del genio del escenario, el hombre que dio vida a Ziggy Stardust contaba con un buen número de fantasmas y pasiones personales que no dudó en plasmar en su música. Unas íntimamente relacionadas con el disfrute de los placeres de la vida, y entre las que se cuenta también su pasión por el vino. Una pasión que no solo le hizo involucrarse en proyectos solidarios relacionados con él sino, además, dedicarle un buen número de letras. Una manera de inmortalizar hasta qué punto el vino formaba parte de su peculiar manera de entender la vida como un pulso a la experimentación y al disfrute.
Y es que el vino no solo es compañero de un buen número de instantáneas que quedarán para la historia, en las que el músico aparece cerca de una botella. Además, repasando con calma su discografía, podemos darnos cuenta de que es una máxima común a un buen número de temas que todos hemos tarareado sin apreciarlo. Y no solo eso: cuentan las malas lenguas de la música que algunas de sus grandes canciones, como la Under pressure que interpretó con Queen, se escribieron con el vino como inspiración.
Dejando a un lado las leyendas, veamos algunas de las canciones en las que quedó patente la relación de David Bowie y el vino. Unas que merece la pena reescuchar, para encontrar en ellas esas frases que quizás hasta ahora no hemos sabido apreciar.
5 CANCIONES QUE DEMUESTRAN LA RELACIÓN DE DAVID BOWIE Y EL VINO
La carrera de David Bowie es una muestra ecléctica de estilos musicales. Pop, rock y glam forman parte de la trayectoria artística de décadas del cantante de intensa y particular mirada. Y, curiosamente, en todas sus etapas musicales el vino está mencionado.
Veamos, pues, cinco temas en los que David Bowie no dudó en inmortalizar una de sus pasiones más mundanas. Cinco canciones de distintos momentos vitales y musicales del artista que son, por otra parte, piezas imprescindibles para los amantes de este creador.
1. The Laughing Gnome, 1967
Uno de los temas más controvertidos de la carrera de David Bowie. Fue el segundo single del cantante, y es considerada por muchos de sus fans como la peor canción de la carrera del cantante de Brixton. Sin embargo, con motivo de su gira mundial de 1990 Bowie le dio a sus seguidores la oportunidad de votar qué canción debía estar en el repertorio. Y, contra todo pronóstico, se impuso esta canción de 1967. Lo curioso es que, a pesar de ello, Bowie no la interpretó ni una sola vez en la gira. Es más: esta canción se ha omitido de su lista oficial discográfica.
A pesar de esto, The Laughing Gnome es interesante por ser el segundo tema de Bowie y el primero de su carrera en el que se menciona el vino. La canción trata sobre una conversación ficticia del cantante con un gnomo. Y, en ella, Bowie asegura haberle dado al personaje de cuento setas y vino de diente de león antes de enviarle en un tren a Eastbourne. No cabe duda que si algo le sobraba a Bowie era humor.
2. Let me sleep beside you, 1970
Una canción que se considera inédita ya que no hay ningún disco publicado del autor que la contenga. Es más: forma parte de Toy, un álbum, grabado en el año 2000 que la discográfica EMI no quiso lanzar al mercado. Curiosamente y a pesar de esto, esta canción fue en su momento un auténtico revulsivo para la carrera de Bowie. Un punto de partida previo para ese The man who sold the world, con el que Bowie comenzaría a volar con su singular música.
Con tintes de Rock&Roll endulzado, este tema sigue la estela de una canción de gran éxito del momento firmada por los Rolling Stones: Let´s spend the night together. Y, en la misma línea que este tema, Bowie incitaba a beber un vino reserva y prolongar los cielos de terciopelo sintiéndose libres. ¡Ahí es nada!
3. Blackout, 1977
Un tema imprescindible de otro álbum mítico de Bowie, Heroes. Una compilación de canciones creadas durante los años que el autor vivió en Alemania. Un momento que marcó una época musical de su vida. Grabado íntegramente en Berlín, Heroes es una oda a la experimentación. Una forma tan personal como su look de hacer canciones.
Blackout habla, en términos oficiales, de los cortes de energía que se vivió durante sus años en Berlín. Algo que puede interpretarse, también, desde el punto de vista vital del artista. Sería entonces cuando se diera un apagón creativo en la vida de Bowie, que acabó en un ingreso hospitalario. Tenga el significado que tenga, este tema hace referencia al vino de una manera tan oscura y desorientada como el resto de las letras del álbum.
4. Fall in love with me, 1977
Curiosamente, esta canción no está en la discografía de David Bowie. Y, sin embargo, es su firma la que está tras ella. Sería el artista camaleónico quien co-escribiera la letra para que fuera interpretada por Iggy Pop. Un compañero de vida y de batallas, con el que Bowie compartiría su vida en Berlín.
A pesar de no estar entre los álbumes del artista, es en ella donde mejor se refleja la íntima relación de David Bowie y el vino. Tanto que, escuchando con calma la letra, no solo descubrimos un canto a la libertad y el amor libre. También esa estrecha relación entre la seducción y el vino blanco. Una gran asociación, sin duda.
5. Cactus, 2002
A pesar de no ser de Bowie, ya que pertenece a la discografía de los Pixies, alcanza cotas singulares versionada por él. No solo porque es la única canción en la que el artista toca la batería, una auténtica rareza. También porque su letra construye una atmósfera de ausencia en la que el vino, nuevamente, es protagonista.
Cinco canciones aunque podrían ser más con las que Bowie demuestra que el vino ocupaba un lugar predominante en su vida. Cinco temas que inmortalizan al genio de Brixton como probablemente habría querido: con una copa de vino entre las manos.