Durante la última década, la coctelería vive uno de sus momentos más importantes en nuestro país. Unos años en los que la creatividad que hierve tras las barras se ha transformado en múltiples recetas y oportunidades de disfrutar de sabores sorprendentes. Y, dentro de esa nueva era coctelera que se impone como vanguardia, el vino también tiene su propio espacio. Uno que puede resultar insólito para quienes creen que la coctelería es un terreno exclusivo para los espirituosos.
Los cócteles con vino pueden ser la forma perfecta de combinar dos pasiones. Por un lado, queda claro que para un amante de los caldos es una oportunidad fantástica de disfrutarlos de otra manera. Por otra, porque no se les puede negar esa increíble atmósfera que crea sostener una cóctel entre las manos. Una sensación que, curiosamente, es muy similar a la que se puede experimentar con una copa de vino.
Y, de entre todas las estaciones del año, no cabe duda de cuál es la ideal. Los cócteles con vino son una apuesta perfecta para saborear el otoño. Una época del año que invita e incita a disfrutar de los pequeños placeres de la vida. Y, aunque sobre decirlo, lo haremos: el vino y la coctelería son dos de ellos.
Veamos, pues, tres recetas de cócteles con vino perfectas para esta época del año. Tres propuestas que nos permitirán realizar esa transición física y emocional entre los meses de calor y los de frío.
1. Sangría, uno de los cócteles con vino más populares
Empecemos por romper varios mitos. El primero de todos: que la sangría es una bebida solo apta para los meses de calor. Basta pensar en sus ingredientes y presentación para darse cuenta de que, a pesar de que es un trago refrescante, el vino hace de esta mezcla una bebida cálida.
Otro mito a desterrar es el de identificar la sangría como una mezcla sencilla. Nada más lejos de la realidad. Elaborar correctamente la sangría pasa por crear un correcto equilibrio entre sus ingredientes y, sobre todo, elegirlos de primera calidad. Dos factores que pueden cambiar por completo su sabor, alejándola de esa idea que tenemos de bebida popular.
- Una botella de vino tinto
- Una manzana en taquitos
- Una pera en taquitos
- Una naranja en rebanadas
- Dos tazas de zumo de naranja recién exprimido
- Una rama de canela
- Agua mineral
2. Mulled Wine
Es una de las recetas más valoradas en el mundo anglosajón para saborear el otoño pero, también, la Navidad. La principal particularidad de estos cócteles con vino es que son calientes y sumamente especiados. Dos aspectos que definen su personalidad, y que hacen de tragos como este Mulled Wine uno delicioso para combatir el día más frío.
Su principal atractivo es que resulta un cóctel sumamente aromático. Pero no solo eso: esta receta ofrece una increíble versatilidad en lo que a su sabor respecta. Y es que podemos ajustar el azúcar para hacer la mezcla muy dulce o, por el contrario, relegarlo para que tenga un punto amargo. La claves para hacer estos cócteles con vino: elegir un vino con cuerpo, y cocer todos los ingredientes a fuego lento y evitando que llegue a hervir.
- Una botella de vino tinto reserva
- Dos ramas de canela
- Anís estrellado
- Una naranja cortada en gajos
- Azúcar al gusto
3. Mimosa
Uno de esos cócteles con vino de sencilla elaboración pero de gran impacto. Y es que, a pesar de que tardaremos un momento en llevarlo a cabo, hablamos de una mezcla simplemente deliciosa. Sobre el papel, es un cóctel perfecto para el aperitivo. En la realidad, lo es cuando nosotros deseemos disfrutar de él.
Es considerado uno de los cócteles más elegantes que existen. Y no solo porque se sirva, preferentemente, en una copa de Champagne. Su glamour se debe, también, a que inicialmente se hacía con esta bebida espumosa francesa. Sin embargo, también puede elaborarse con el vino espumoso que deseemos.
- 500 ml. de vino espumoso
- 500 ml. de zumo de naranja recién exprimido
- Azúcar al gusto
¿Te animas a disfrutar de estos cócteles con vino y ponerle un sabor diferente al otoño?